viernes, 3 de octubre de 2014

FILIPOK


FILIPOK
Había una vez un niño que se llamaba FIlipok . Un día de todos los muchachos se fueron a la escuela .Filipok tomó su gorro y quiso también ir con ellos, pero su madre le dijo:

_¿A dónde vas, Filipok?

_ A la escuela .

_ Todavía eres muy pequeño. No salgas. Y lo dejó en casa .

Los muchachos partieron a la escuela . El padre muy temprano se fue al bosque y la madre a su jornal. En casa quedaron la abuela, acostada en lo alto del horno, y Filipok.

La abuela se quedó dormida y Filipok estaba muy aburrido solo. Buscó su gorro pero no lo encontró.

Entonces tomó un viejo gorro de piel de su padre y se marchó a la escuela.

La escuela estaba al otro lado de la aldea junto a la iglesia. Mientras Filipok caminaba por su calle, los perros no le hicieron nada, porque lo conocían. Pero cuando se alejó de ella, la perrita Zhuchka se puso a ladrarle y tras ella apareció un enorme perro que se llamaba lobo .Filipok corrió desesperado y los perros lo siguieron. Entonces el chico comenzó a gritar y, de pronto, dio un traspiés y cayó al suelo. En ese momento apareció un campesino, espantó a los perros y le preguntó a Filipok´.

¿A dónde corres solito, pilluelo?

Filipok guardó silencio ,se levantó y siguió corriendo con todas sus fuerzas. Cuando llegó a la escuela no vio a nadie en la puerta. Pero oyó el bullicio de los muchachos. Filipok tuvo miedo:
“ Ysi el maestro me va a poner de patitas en la calle?”

Se detuvo un instante a pensar. Si se volvía a casa los perros le saldrían al camino nuevamente,
pero si entraba…El profesor le daba mucho miedo.

-¿Qué haces afuera si todos los demás están en clase?

Filipok entró en la escuela decidido y, una vez en el zaguán, se quitó el gorro de piel y entreabrió una puerta. La sala estaba llena de muchachos y de todos hablaban a la vez. El maestro, con una bufanda roja al cuello, se paseaba en medio del bullicio. De pronto vio a Filipok y le dijo:

¿Qué haces por aquí?

El niño callaba, con su gorro entre las manos.-

-¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?

-¿Acaso eres mudo?

Filipok estaba tan asustado que no era capaz de decir una palabra.

-Bueno, si no quieres hablar es mejor que te vayas a casa.

Filipok quería explicarlo todo, pero del miedo se le secó la garganta. Miró al maestro y prorrumpió en llanto.

El maestro se enterneció y acariciándole la cabeza se dirigió a los muchachos

-¿Quién es este chico?

-Es Filipok, el hermano de Kostia. Hace mucho quiere venir a la escuela, pero su madre no lo deja y hoy ha venido a escondidas.

-Está bien, siéntate junto a tu hermano. Hablaré con tu madre para que te deje venir a clases.

Luego el maestro comenzó a enseñarle las letras.

Filipok ya las conocía y sabía leer, aunque lentamente.

-A ver ,léeme tu nombre.

-Fi- li-pok.

Todos los muchachos se rieron.

-Muy bien-dijo el maestro-¿Pero quién te ha enseñado a leer?

-Mi hermano. Soy despabilado, no me ha costado nada. ¡Soy muy listo!

-Ya tendrás tiempo para dártelas de sabio. Es mejor que ahora empieces a estudiar.

Desde entonces Filipok va a la escuela igual que todos los muchachos.

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